Jugando y aprendiendo con tu perro

Los juegos más comunes entre una persona y un can, y las prácticas enseñanzas que tu mascota puede aprender de ellos.

Cuando se trata de perros, es mejor cambiar la idea de que el trabajo es trabajo y la diversión es diversión. La enseñanza se pone en práctica cada vez que interactuamos con estos amigos, incluso, durante el juego más simple ellos se mantienen constantemente aprendiendo. A continuación, presentamos algunos divertidos juegos que enseñan a los perros prácticas lecciones que pueden ayudarlos a convertirse en ejemplos de mascotas.

Perseguidos

Considera este juego si estás convencido que a tu perro no le gusta jugar. Una vez que tu perro esté inmiscuido en un juego de persecución, puedes ver cómo su lado divertido cobra vida. Otra ventaja: cuando quieras reforzar a tu perro, pero no tienes golosinas o juguetes, el juego de la persecución puede ser una manera de hacer que tu perro se alegre al haberte escuchado, y porque le enseña a tu perro a ir hacia ti en lugar de alejarse. Para que funcione, tu perro siempre debe perseguirte.

Mientras que la persecución puede llegar a ser un juego no tan inteligente ni divertido, para el can correcto y de la manera correcta de jugarlo, este juego puede ser una fantástica manera de enseñar a tu mascota a prestarte atención, y es un excelente trabajo preparatorio para una lección segura. Al jugar, cambia de dirección a menudo, y para evitar problemas con la adrenalina de tu perro deja de correr antes que tu perro se acerque a ti.

Advertencia: Se aconseja que los niños no practiquen este juego a menos que el perro esté preparado para poder manejar dicho juego sin perder el control.

Lanzar y traer el objeto

Cuando pensamos en juegos con perros, este es el que más se nos viene a la mente. Lanzar y traer el objeto es una actividad cooperativa, y cada jugador tiene un rol que debe cumplir para que funcione. Muchas personas dicen que a su perro le encanta jugar a lanzar y traer la pelota o el objeto, luego el can persigue y atrapa el objeto pero no lo trae, y si lo trae no lo suelta o deja caer. Pero, eso no es lanzar y traer, eso es perseguir la pelota u objeto y retenerlo.

Lanzar y traer tiene mucho que ofrecer, incluida la habilidad de soltar bajo petición. Asimismo, proporciona oportunidades para trabajar en la obediencia de alto nivel. Después de unos cuantos lanzamientos del objeto, donde el perro lo recupera, lo trae de vuelta a ti y lo suelta o deja caer, toma un breve descanso y pídele que haga algo específico como sentarse, quedarse tranquilo, dar la pata o cualquier comportamiento que consideres pueda tomar en ese momento. Luego, reanuda el juego. Agregar esta práctica a este juego puede hacerse de vez en cuando, para que la mayoría de estos momentos estén llenos de diversión y entretenimiento.

Al alternar entre la adrenalina de correr y la disciplina de cumplir una indicación, el perro aprende la diferencia entre estar emocionado y estar tranquilo. Enseñar a los perros en qué momento liberarse y cuando comportarse les servirá durante toda la vida.

Otra ventaja: Tu perro puede hacer ejercicio sin mucho esfuerzo de tu parte. Es decir, que puedes disfrutar de algún momento del día mientras tu perro quema algo de energía.

Encuentra tu golosina

Los perros se divierten mucho con esta simple búsqueda del “tesoro”, pero este “tesoro” debe ser algo que a tu perro le importe lo suficiente como para buscarlo. Este juego le brinda a tu perro ejercicio mental, lo mantiene ocupado por un tiempo y es un gran truco que permite que tu perro se divierta.

El juego comienza poniendo algunas golosinas en el piso o los muebles sin que tu perro te vea hacerlo. Luego, di la palabra clave (“encuéntrala” o “encuentra tu golosina” son las señales frecuentemente usadas). Repítelo bastante durante muchos días o semanas.

Una vez que tu perro esté familiarizado con el juego, al iniciar la práctica haz que se quede tranquilo por un momento y luego suéltalo para que encuentre las golosinas. Durante los primeros juegos esconde las golosinas antes de indicarle a tu perro que se quede tranquilo; después que logre aprender a quedarse tranquilo, podrás esconder las golosinas mientras el permanece quieto, ya sea a la vista del perro o en otro lado.

Recomendación: Si tu perro es un guardián de la comida, omite este juego. También, puedes enseñarle a su perro a olfatear por alrededor y buscar dentro de algunas cosas.

Las escondidas

Este es otro juego que le enseña a tu perro a realizar una búsqueda, pero, esta vez, contigo como el objetivo de encuentro.  Es una excelente manera de practicar y mejorar la habilidad de un perro para que venga o regrese cuando se le llama. Para empezar a jugar, tu perro debe saber lo que quiere decir la palabra “ven”.

Comienza en tu casa. Llama a tu perro cuando estés parcialmente fuera de su vista. Tal vez, trata de esconderte al lado de un mueble o detrás de una planta que no te oculte totalmente. Cuando tu perro te encuentre, prémialo con deliciosas golosinas, un juguete, un hueso o un tiempo para jugar o dar un paseo. Gradualmente, aumenta la dificultad del escondite, hasta que puedas llegar a ocultarte completamente antes de llamarlo.

Agrega a esta práctica: poner a tu perro en un lugar, escóndelo, luego suéltalo y llámalo para que venga hacia ti. Para muchos perros, la emoción de que los suelten les hace obedecer con entusiasmo cuando se les llama. 

Si practicas este juego de forma regular, puedes confiar que la respuesta de tu perro mejorará significativamente. Enseñar a tu perro que venga hacia ti significa hacerlo así estés o no a la vista, y como es un juego con premios, a los perros les resultará divertido y valdrá la pena. 

Pon en práctica este juego cuando estés fuera de casa y en un área segura, así le enseñarás a tu perro a echarte un vistazo y a entender que si los dos se separan te deberá buscar; y viceversa.

Círculo familiar

Este es un tipo especial de escondidas, en donde le indicas al perro que encuentre a una persona específica. Para jugarlo, el perro necesita entender y responder a la indicación “ven”.

Ejemplo: Puedes usar el nombre de algún miembro de tu casa, en este caso llamado Juan, y preguntar “¿dónde está Juan?”; acto seguido, Juan llama al perro. Si el perro va hacia Juan, entonces será premiado (comúnmente con una golosina, comida o juguete); pero si va hacia otra persona, el perro será ignorado. Una vez que premiamos al can, repetimos el ejercicio con el nombre de otra persona que viva en casa.

La mayoría de los perros aprenden los nombres de las personas rápidamente y comienzan a dirigirse a la persona adecuada una vez que escuchan el nombre, incluso antes de una indicación. En ese momento, puedes reforzar la indicación llamándolo para que venga (para mantener un recuerdo fuerte), y a veces solo diciendo: “¿dónde está [nombre]?”. Una vez que el perro logre aprender bien esta lección, puedes aumentar la dificultad del juego, por ejemplo, haciendo que las personas permanezcan fuera de la vista del can (tal vez, en otras habitaciones), para que el perro tenga la necesidad de buscarlos. 

Aprender los nombres de todos los miembros de la familia es más que un divertido truco o una forma de que el perro encuentre a alguien, también, es otra forma de ejercitar a tu perro sin que signifique tanto esfuerzo de nuestra parte.

Jalar

Hay muchas razones para jugar a jalar con tu perro, y una de las más obvias es que a muchos de ellos les encanta. Más razones: es una forma de interactuar, es una manera de proporcionarle ejercicio a tu perro en un espacio relativamente pequeño y para ayudarlo a calentar antes de otra actividad o para activarlo antes de alguna competencia (si eso conduce a un mejor desempeño). 

El juego requiere que un perro sepa (o aprenda) cómo seguir la indicación de tomar un juguete y dejarlo, que son habilidades relacionadas más fáciles de enseñar dentro del mismo juego. El objetivo de este juego es que el perro trate de jalar un objeto que nosotros sujetemos, y soltarlo puede premiarse con una golosina, y luego reanudar el ejercicio.

Estas habilidades también pueden ser útiles para la vida misma. Por ejemplo, puedes utilizar la palabra “tómalo” cuando quieras que tu perro cargue algo pequeño, y la palabra “suéltalo”, cuando tú ya hayas agarrado dicho objeto.

A través de esta práctica, muchos perros también logran controlar las reacciones que puedan tener con el hocico y otras partes del cuerpo. En contraste con lo que se dice comúnmente, este juego no hace que un perro tranquilo se vuelva agresivo.

Advertencia: Este juego puede significar un problema para perros que custodian objetos o aquellos que llegan a ser agresivos cuando se encuentran alterados. Es más recomendable para perros que no tienen problemas para controlar sus impulsos.

Deja un comentario