El ejercicio diario debe adaptarse siempre a la edad, el tamaño y la raza de cada perro, para evitar provocar problemas de salud al animal.
Fuente: Animal’s Health
Los dueños podrían poner en peligro la salud de sus animales de compañía a la hora de hacer ejercicios, si no se monitorea el nivel de actividad diaria que realizan, según la nueva guía desarrollada por la Universidad de Hartpury (Glucester, Inglaterra).
El análisis de los estudios publicados en una amplía variedad de revistas científicas veterinarias, y basándose en sus propias investigaciones, la profesora de Ciencias Veterinarias de la mencionada universidad Aisling Carroll, determinó que el ejercicio diario debe adaptarse siempre a la edad, el tamaño y la raza de cada perro para evitar provocar problemas de salud al animal.
”Recomendamos a los propietarios que paseen con sus perros diariamente para mantener al animal físicamente activo, mejorar su alimentación, y así prevenir que gane mucho peso”, explicó la profesora.
Así mismo, mencionó que esto dependerá de la raza y las diferencias de edad, tamaño y composición genética, ya que los requisitos físicos y los límites a la hora de hacer ejercicios son diferentes.
Las razas toy, por ejemplo, como los chihuahuas, requieren hasta 30 minutos de ejercicios diarios cuando son adultos mientras que las razas más grandes, como los labradores necesitan más de dos horas de ejercicio al día.
Por otra parte, la edad también influye en el ejercicio que deben y pueden hacer los perros. ”Todos los perros jóvenes en desarrollo sufren cambios físicos significativos, especialmente durante los primeros 18 meses, cuando son particularmente susceptibles a daños como fracturas que pueden causar crecimiento anormal, dolor y cojera”, indicó la docente Aisling Carroll.
Para los cachorros de hasta seis meses, se recomienda que el ejercicio se centre en actividades de fuerza, como caminatas o nados cortos y juegos de tirones suaves. Para los perros de entre seis y doce meses de edad, la duración de estas actividades se puede extender gradualmente con más ejercicio libre debido a la mayor estabilidad del sistema musculoesquelético.
Al respecto, la investigadora advierte que los propietarios deben ser conscientes que algunos perros pueden superar sus límites de seguridad. Una situación que se puede agravar en hogares en los que conviven más de un perro, donde los ejemplares jóvenes pueden acabar ejercitándose de forma similar a los adultos.
Es aconsejable establecer límites con perros jóvenes, particularmente con aquellos que son más enérgicos o bulliciosos. Si un perro se entrena o se ejercita demasiado, lo puede llevar a una condición física reducida, un rendimiento atlético deficiente, una menor resistencia a las infecciones y una mayor probabilidad de lesiones.
Para los perros de trabajo y de competición, se recomienda un día libre a la semana para garantizar una recuperación adecuada de las estructuras de los tejidos blandos, tales como músculos y tendones.
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