Cómo reconocer el parvovirus y por qué es tan peligroso en los cachorros

Fuente: Trendencias

Una de las principales amenazas a las que se enfrentan nuestros cachorros es al parvovirus, causante de la principal enfermedad vírica canina y, que es muy grave, potencialmente letal y especialmente alarmante en cachorros; también puede atacar a perros adultos inmunodeprimidos que no hayan sido vacunados.

En esta nota, los expertos del Hospital Veterinario especializado en Emergencias, Cuidados Intensivos y Referencias veterinarias de Barcelona, nos ayudan a aprender y prevenir con su experiencia, sobre esta enfermedad.

Los profesionales consultados consideran el Parvovirus muy contagioso ya que su periodo de incubación es corto (entre cinco y diez días), se contagia mediante contacto oral/nasal directo con un perro infectado, a través de las heces de perros infectados y también vía intrauterina (es decir, de madre infectada a cachorros durante el embarazo).

¿Cuáles son los síntomas del Parvovirus?

Los síntomas que pueden aparecer a causa del contagio del Parvovirus, que por lo general atacará primeramente al tejido linfático y al intestinal, son:

  • Diarrea (que suele ir acompañada de hemorragia).
  • Vómitos.
  • Fiebre.
  • Falta de apetito y decaimiento.
  • Apatía y/o letargo.
  • Depresión.
  • Pérdida de peso.
  • Dolor a la palpación de abdomen.
  • En casos más graves, deshidratación (más o menos severa, ya que el virus afecta al tracto intestinal) y muerte del paciente.

Tratamiento del Parvovirus

No existe un tratamiento que combata directamente el virus: aunque es necesaria terapia antibiótica, el tratamiento se enfoca a paliar las consecuencias de la enfermedad y en ayudar al sistema inmunitario del perro. Sin embargo, algunos veterinarios siguen una serie de tratamientos que en algunos casos dan buenos resultados, como por ejemplo:

  • Rehidratación del can con la administración dosificada de suero.
  • Para problemas cardíacos o renales las dosis de suero se deberán administrar con sumo cuidado, pues no siempre se toleran adecuadamente.
  • Transfusiones de sangre para paliar la pérdida de sangre a través de la diarrea.
  • Una vez estabilizado el perro se continúa con una fluidoterapia de mantenimiento, compuesta por azúcares básicamente, junto con cloruro potásico.
  • En algunos casos también se puede requerir la administración de potasio para su recuperación.
  • Uso de antibióticos y antieméticos.
  • Siempre se debe complementar con los tratamientos anteriores, según indique el veterinario.

Los expertos coinciden en que la mejor manera de combatir el contagio es a través de la vacunación de los cachorros.

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