Fuente: MSD Salud Animal
Los gatos son capaces de autolimpiarse diariamente con la lengua, pese a ello, en algunos casos sí es necesario bañarlos, por lo que debe realizarse con cierto cuidado y con la frecuencia correcta.
Para entender más sobre cómo los expertos pueden orientar a los cuidadores acerca del tema, hablamos con la veterinaria Carolina Mouco Mouretti, quien explicó cómo bañar correctamente a un gato (cachorro o adulto) y con qué frecuencia realizar el procedimiento.
¿En qué circunstancias se puede bañar a un gato?
Aunque bañar a un gato no es imprescindible, en algunas situaciones de suciedad más pesada es necesario garantizar la limpieza de la mascota. El baño también puede estar indicado para el tratamiento y control de problemas de salud, como las dermatitis. En este caso, los profesionales deben orientar la forma correcta de dar el baño, así como productos específicos para el tratamiento.
Si el baño es necesario debido a la mucha suciedad, el veterinario debe enseñar a los cuidadores estrategias que ayuden a que la experiencia sea menos estresante para el felino. Como se señaló en un estudio del Journal of Veterinary Internal Medicine, el baño para los gatos es tan estresante que las concentraciones de cortisol en sangre se quintuplican después del procedimiento.
Además del estrés, bañar a los gatos también puede causar daño debido a algunas características del animal, como explica Carolina Mouco Mouretti: “Los felinos producen aceites naturales y esenciales para su pelaje y con baños frecuentes la piel del animal puede dañarse y quedar desprotegida”.
¿Cómo bañar a un gato?
Se cree que acostumbrar al animal a la rutina del baño a una edad temprana puede ayudarle a lidiar mejor con el agua. Es posible bañar a un cachorro de gato a partir de los 6 meses de vida y siempre y cuando haya recibido todas las vacunas. Este cuidado es fundamental para evitar que el gatito sufra algún problema de salud como consecuencia del baño.
Al bañar a un gato, ya sea cachorro o adulto, tenga mucho cuidado, especialmente si es la primera experiencia del animal con el procedimiento.
El cuidado debe comenzar unos días antes del día de limpieza. Lo ideal es cortar un poco las uñas del animal para evitar rasguños a la hora del baño. También se debe cepillar el pelo para eliminar el exceso, sobre todo si el pelo del felino es largo.
A continuación, otras orientaciones que deben transmitirse a los cuidadores:
- Preparar el ambiente y cerrar las puertas para evitar que el gato se escape;
- Jugar un poco con el animal antes para que esté más amigable y usar juguetes dentro de la bañera vacía para que asocie el baño con un momento divertido;
- Usar tapones de algodón en los oídos de la mascota para evitar que entre agua en ellos;
- Iniciar el baño desde el cuello y continuar en la dirección del crecimiento del pelo.
Además, el rostro del animal se puede limpiar con un paño húmedo y se recomienda que el baño se realice por dos personas, una para contener y sujetar al gato y la otra para hacer la limpieza. “Seque al animal con una toalla y trate de realizar el procedimiento en días calurosos, para que pueda terminar de secarse al sol. No todas las secadoras son recomendables, debido a su temperatura y ruido”, afirma la Dra. Carolina.
Los gatos, a diferencia de los perros, pueden asearse por sí mismos. Por ello, lo más recomendable es cepillarlos y darles baños en seco para mantener sus pelos limpios y higienizados, de esa manera, el gatito estará limpio y perfumado sin causar demasiado estrés.
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