Si queremos saber cómo ayudar a una perra a parir, lo primero es adquirir los conocimientos básicos sobre el parto en esta especie.
Fuente: Experto Animal
Generalmente, las perras paren solas, sin necesidad de ninguna intervención humana. Por eso, si nos preguntamos cómo ayudar a nuestra perra a parir, en un elevado porcentaje de casos la respuesta será que la mejor ayuda es no hacer nada. Pero, por si acaso surgiese alguna complicación, explicaremos los signos que nos indican que una perra está de parto, cómo es el transcurso normal del mismo y qué problemas deben alertarnos como para llamar al veterinario.
¿Cómo empieza el parto de una perra?
Si queremos saber cómo ayudar a una perra a parir, lo primero es adquirir los conocimientos básicos sobre el parto en esta especie. Las perras tienen gestaciones de 62 días aproximadamente. Un retraso considerable debe hacernos consultar con el veterinario. El seguimiento que este profesional haga de la gestación y unos cuidados adecuados son factores que suman a la hora de conseguir nacimientos exitosos.
Es muy habitual que los partos de las perras se desencadenen por la noche. Este hecho y la sutileza de los signos de su inicio hacen que muchas veces nos encontremos directamente con los cachorros ya nacidos. Si nos interesa cómo saber si una perra está de parto debemos observar con atención a la perra, siempre sin agobiarla. Poco antes de parir, deja de comer, está inquieta, puede rascar el suelo y buscará su nido. Estos signos serán iguales en el parto de una perra primeriza que en el de una experimentada. Aunque externamente no notemos mucho más, el cuerpo de la perra comenzará a experimentar contracciones que se irán haciendo más intensas hasta culminar en los nacimientos.
¿Cómo saber si mi perra tiene contracciones?
Durante el parto, la perra va a sentir contracciones de dos tipos. En una primera fase, que es posible que nos pase desapercibida, las contracciones van a ir dilatando la salida del útero para que los cachorros puedan llegar al exterior. Algunas perras pueden manifestar incomodidad.

En la segunda fase las contracciones se intensifican y, en ese momento, sí es posible que detectemos que la perra respira con agitación, jadea, se lama la vulva, empuje visiblemente e incluso vomita, son señales inequívocas de que está teniendo contracciones.
¿Cómo ayudar a una perra a parir si no puede?
Las contracciones culminan en el nacimiento del primer cachorro, al que seguirán sus hermanos. El tiempo entre perro y perro suele ser de unos 15 minutos, aunque tampoco es una ciencia exacta y puede haber una demora de hasta dos o más horas sin que implique patología. En estos casos, en los que el parto transcurre de forma normal, como hemos apuntado al inicio del artículo, no será necesaria nuestra intervención, por lo que podemos limitarnos a observar para garantizar que la perra está bien y no surge ninguna complicación.
Mi perra no pare, ¿qué hago?
Si observamos que transcurre ese tiempo y la perra no pare, puede deberse a que hay alguna dificultad que impide un nuevo nacimiento, como puede ser una mala posición o un tamaño muy grande de algún cachorro. Cualquiera de estos factores no va a permitir su nacimiento aunque la perra empuje. En ningún caso es un problema que debamos intentar solucionar nosotros, ni mucho menos podemos dejarlo sin atención. Se trata de una urgencia y si el veterinario no consigue recolocar al cachorro tendrá que practicar una cesárea.
Mi perra está de parto y no empuja
Otra situación es que la perra esté de parto y no empuje. Esto puede suceder porque el útero no es capaz de generar contracciones efectivas o porque ya está cansado tras haber realizado esfuerzos por un período de tiempo prolongado. Esta situación también es una urgencia. El veterinario puede administrar fármacos para estimular el trabajo del útero pero, si no funciona, el parto tendrá que concluir con una cesárea.

Como vemos, ayudar a una perra a parir pasa por llamar al veterinario en las situaciones en las que la perra no es capaz de hacerlo por sí misma.
Otros consejos para ayudar a una perra a parir
Para ayudar a una perra a parir, además de observar para acudir con rapidez en caso de suceder alguno de los problemas anteriores, lo único que podemos hacer es propiciar un ambiente relajado y evitar cualquier estímulo estresante para la perra.
Por otro lado, en general, al nacer, los cachorros continúan dentro de la placenta y es la madre la encargada de romperla para que puedan respirar. Para ello, suele comérsela, por lo que no debemos alarmarnos si vemos que esto sucede. Ahora bien, si la perra no rompe la bolsa o tiene dificultades para hacerlo, en estos casos nosotros sí podemos intervenir. De hecho, debemos hacerlo para evitar que el cachorro fallezca, ya que si la bolsa no se rompe no podrá respirar. Así pues, romperemos la bolsa con los dedos, retiraremos al cachorro y cortaremos el cordón umbilical si la perra no lo hace. Si el cachorro nace fuera de la bolsa, lo habitual es que la perra expulse casi inmediatamente después la placenta. Si no lo hace, tendremos que visitar al especialista.
Una vez nacido el cachorro, si la perra no lo aproxima para que pueda alimentarse, podemos acercarlo nosotros a una de sus mamas para que lo haga, siempre y cuando ella nos lo permita. Aunque raras veces las perras no dejan que su familia humana se acerque o las asista en el parto, en ocasiones puede suceder, por lo que es fundamental respetarla en todo momento.

¿Se puede provocar el parto de una perra?
Los partos se desencadenan, en condiciones normales, cuando los cachorros están a punto para salir y poder sobrevivir fuera. No hay nada que pueda forzar esta maduración. Por lo tanto, ningún remedio casero va a hacer que la perra se ponga de parto ni es aconsejable intentarlo. Si de verdad queremos saber cómo ayudar a un perra a parir, lo que más va a contribuir a ello va a ser la creación de un ambiente relajado donde las hormonas que deben activarse durante el trabajo de parto puedan funcionar sin verse inhibidas por el estrés.
Una situación distinta es la que comentamos en el apartado anterior. Cuando la perra ya está de parto y el veterinario le administra un fármaco para reactivarlo si parece que el útero no está haciendo su trabajo. Es un procedimiento veterinario que solo puede hacer este profesional.
¿Cómo saber si mi perra ha terminado de parir?
Por último, para saber cómo ayudar a una perra a parir, es importante que conozcamos las señales que indican que el parto ha concluido. Tras el nacimiento de todos los cachorros, veremos que la perra se queda tranquila. Los pequeños estarán también relajados y mamando. Habrán transcurrido aproximadamente un par de horas desde la salida del último cachorro y en la perra no se apreciará ningún esfuerzo de parto.
Una ayuda para confirmar que han nacido todos los perritos es haber realizado el seguimiento veterinario durante la gestación. De esa forma, recurriendo al diagnóstico por imagen, es posible que tengamos una aproximación bastante exacta del número de fetos que está gestando la perra. Así, solo tendremos que contar para comprobar si los cachorros nacidos coinciden con nuestra estimación.

También es importante que, si conseguimos contar el número de placentas, estas se correspondan con los cachorros nacidos. Una placenta que se quede dentro del útero puede causar problemas en el puerperio. Por supuesto, que la perra siga con esfuerzos sin que nazca ningún pequeño, se muestre inquieta o manifieste cualquier otro indicio de que algo no va bien, es motivo de consulta veterinaria.
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