Más que bigotes, estas prolongaciones sensitivas ayudan a los gatos a ubicarse y calcular distancias. Por eso, no le cortes los bigotes.
Fuente: El Comercio
A los gatos no les gusta que le toquen los bigotes. La razón es que estos vellos se encuentran enraizados profundamente en la piel y están rodeados por nervios, células sensitivas y músculos.
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Los bigotes, también llamados vibrisas, les permiten captar las mínimas vibraciones del aire que rebotan en los objetos del ambiente.
Así, pueden percibir el tamaño y la ubicación de los obstáculos. Es decir, cumplen la función de un preciso radar.
Además, como los gatos no ven muy bien de cerca, los bigotes los ayudan a conocer mejor su alrededor.
Gracias a esos pelos largos, gruesos y flexibles que se ubican en diferentes lugares de su cara, calculan las distancias cuando saltan y evalúan el tamaño y distancia de su presa.
También, les permite desplazarse por lugares pequeños o caminar en línea recta.
Si por un camino estrecho pasan sus bigotes, saben que ellos también pasarán.
Si pierden los bigotes podrían lastimarse, ya sea si saltan, corren o se atascan si se desplazan por un espacio angosto.
¡No le cortes los bigotes a tu gato!
En caso tu mascota pierda los bigotes, no te preocupes: volverán a crecer y recuperarán su tamaño en uno o dos meses (si no se ha dañado el bulbo piloso).
A tener en cuenta, es normal que los gatos expulsen los bigotes para que crezcan otros. El cambio no les traerá problemas porque no caen todos a la vez.
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