El perro, como las personas, no es ajeno a las infecciones intestinales ni a los desórdenes gástricos. Por ello, la prevención es esencial para cuidar su salud.
Fuente: Mascoteros blog
Los parásitos intestinales y las inflamaciones del aparato digestivo son algunas de las dolencias que tenemos que prever con sumo cuidado en nuestras mascotas, que no resultan inmunes a este tipo de enfermedades.
En los trastornos gastrointestinales de nuestro perro debemos tener muy presente que no solo los tratamientos farmacológicos son necesarios para curar el problema; las dietas, los alimentos específicamente diseñados para estas patologías son de vital importancia en el restablecimiento de su salud. Por el contrario, la farmacoterapia no combinada con tratamientos dietéticos correctos suelen obtener inferiores resultados que la combinación farmacológica con dietas.
Por ello, la dieta juega un papel primordial en el mantenimiento de la integridad digestiva e intestinal; una mezcla correcta o incorrecta de nutrientes pueden producir efectos positivos o negativos. Para saber a que nos enfrentamos, aquí un recuento de las enfermedades gastrointestinales que pueden afectar a nuestros amigos de cuatro patas.
Trastornos gástricos
El vómito es el principal reflejo de un problema gástrico, estos pueden ser agudos o crónicos, y pueden ser ocasionados por infinidad de patologías. El principal fundamento para manejar este problema es intentar satisfacer la necesidad de nutrientes del animal con un alimento que reduzca la irritación gástrica.
En la mayoría de las ocasiones, la dieta puede restringir la toma de líquidos por 24 horas y la ingesta de sólidos por 48 horas (en animales estables y sin síntomas de deshidratación), con esto suele ser suficiente para controlar el problema.
Es evidente que los casos agudos, los que se acompañan de otros síntomas digestivos (diarreas agudas, desnutrición) necesitan otros planteamientos dietéticos y farmacológicos más severos.
Trastornos del intestino delgado
Estos suelen ser frecuentes debido al gran número de enteropatías y crónicas que pueden llegar a afectarles. Entre los principales causantes de alteraciones de intestino delgado tenemos: alteraciones dietéticas (intoxicación, cuerpos extraños, etc), agentes infecciosos, parásitos, virus, etc.
Los trastornos del intestino delgado suelen cursar con diarrea, que puede definirse como un cambio de la frecuencia, consistencia o volumen de los movimientos intestinales y de la heces.
Enteritis aguda
La inflamación aguda del intestino delgado va siempre de la mano con la gastritis aguda; es por ello que el proceso se conozca y se trate como gastroenteritis aguda. Es una enfermedad muy común en nuestros animales de compañía, que suelen presentar vómitos y diarreas; en muchos casos el animal está deprimido y sin apetito.
Antes de considerar orígenes “extraños” del problema, debemos plantearnos si ha existido algún cambio reciente en la alimentación del animal, lo que muchas veces origina la enfermedad. No debemos olvidar que existen casos en los que la vida del animal puede estar en peligro; los síntomas que nos dan luz de un riesgo vital son: dolor abdominal, deshidratación, depresión, fiebre y sangre en las heces.
Trastornos del intestino grueso
La colitis es el trastorno más común, y suele ser provocado por una infección, tóxicos, inflamatorios e incluso dietéticos. Estas suelen ser por cambios de alimentación, incorporación de alimentos ricos en grasa, añadir carne a la alimentación comercial, el consumo de alimentos humanos, el acceso a basuras suelen ser causas frecuentes y fácilmente evitable de colitis.
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