Acariciar a un felino de una manera correcta puede ayudarlo a reducir sus niveles de estrés.
Muchos de nosotros sabemos que los gatos son animales que disfrutan su independencia, espacio y territorio. A pesar que el hombre ha podido domesticarlo, un gato guarda un instinto salvaje que muestra cuando viven en libertad.
Por eso, no debes de preocuparte si alguna vez tu mascota te atacó mientras lo acariciabas. Así como nosotros, existen felinos más amigables que otros, incluso a algunos les encanta estar en contacto con sus dueños todo el día. En cambio, existen otros gatos que prefieren tener el mínimo roce con alguien.
Sea como sea, el cambio de actitud repentina de un gato se debe a un instinto básico que no se ha extinguido con el paso de los siglos. Estudios como el de Michael Montague, quien es parte del Instituto del Genoma de la Universidad de Washington, afirman que el cerebro de estos animales domesticados ha evolucionado poco con relación al de sus antepasados. A pesar de haber tenido un cambio de socialización de miles de años, aún existen ciertos comportamientos que hasta el día de hoy perduran.
Señales de agrado o desagrado
Por lo general, los gatos suelen ser bastante comunicativos y expresivos. Por esto, para deducir si las caricias que les damos están siendo bien recibidas o no, es necesario prestar atención a lo siguiente. Es recomendable que de preferencia sean los gatos quienes se acerquen para recibir caricias. Si es necesario, acércate a tu mascota y deja que te huela, posteriormente acaricia suavemente el lomo, la parte trasera de la orejas o el mentón, estas suelen ser sus partes favoritas.
Si es que el animal parece gustarle lo que haces, lo demostrara cerrando los ojos o empiece a ronronear. Algunos incluso pueden tumbarse. Esto pasa porque, si es el caso en que es tu propia mascota, el felino esta acostumbrado al contacto humano y a tu presencia. Aunque a veces no guste de muestras de cariño, las tolera.
Muy distinto es el caso de un gato callejero. Estos animales son mucho más reacios a interactuar con personas desconocidas. Continuando, si ves que, al acariciar a un gato, este se pone en una postura tensa y rígida, deberás parar inmediatamente ya que muy probablemente este teniendo un ataque de estrés. Ademas, si notas que las orejas las tiene para atrás o tiene la cola dando golpes en el suelo, significa que su paciencia se esta agotando y que en cualquier momento puede atacar.
Ya sabes #Catlover, debes prestar mucha atención a la actitud que toma tu gato cuando lo acaricias. Si es que no gusta de cariño, debes parar y, en el caso de que esto continúe, puede que presente señales de estrés.
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